miércoles, 8 de junio de 2011

epoca colonial

Los viajes de conquista


De 1096 a 1292, en Europa se organizaron ocho expediciones contra los musulmanes, llamadas las Cruzadas. Las inspiró el deseo de que Tierra Santa, el lugar donde creían que había vivido Cristo, estuviera en poder de los cristianos. Pero estas luchas tenían también motivos económicos.
Entre los mejores navegantes figuraban los italianos y portugueses. A partir del siglo XV, éstos últimos comenzaron a navegar por las costas de Africa en busca de esclavos, negros y productos valiosos, como el marfil. El navegante portugués Bartolomé Días llegó al extremo sur de Africa y lo llamó Cabo de Buena Esperanza. Al regresar, en 1493, supo que Colón había llegado a la India cruzando el Atlántico, pero en realidad había llegado a América, que en aquel entonces nadie sabía que ése era un nuevo continente.

 Descubrimiento de América

Cristóbal Colón

Cristobal Colón (1451-1506) era un marino genovés que conocía muy bien las rutas del Mediterráneo y de la costa oriente del Atlántico. Entonces ya se sabía que la tierra era redonda y Colón estaba seguro de que si navegaba hacia el occidente llegaría a la India.
En 1492, los Reyes Católicos tomaron Granada, el último reino musulmán en España. Terminaron así la Reconquista y por fin apoyaron a Colón, que llevaba muchos años pidiendo ayuda.Querían seguir con su cruzada, convirtiendo infieles (como llamaban a los que no eran cristianos) del otro lado del mar. También quería riquezas; oro, en especial.
En los viajes de exploración y conquista se mezclaban la urgencia de convertir al cristianismo a los infieles, el espíritu de aventura y el deseo de conseguir riquezas. Algunos comerciantes se dedicaban a organizarlos con el fin de obtener ganancias

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El 3 de agosto de 1492, las naves de Colón, la Niña, la Pinta y la Santa María, zarparon del puerto de Palos. El 12 de octubre llegaron a una isla en las Bahamas. Colón la nombró San Salvador. En ese viaje llegaron también a Cuba y a la isla de Haití, que Colón llamó La Española.
A su regreso, Colón deslumbró a la Corte de los Reyes Católicos con los maravillosos objetos, animales y seres humanos que traía del otro lado del mar, y con sus relatos de riquezas fabulosas. Los reyes decidieron financiar un segundo viaje a las Indias, como llamaban los europeos a América. Esa vez Colón llevó quince barcos, con más de mil hombres ansiosos por hacer fortuna.

 Consecuencias del viaje de Colón
Colón creyó que había llegado al Asia. Quizá nunca sospechó que había logrado el encuentro de dos mundos: el antiguo (Europa, Africa y Asia) y el nuevo, que se llamaría América. En adelante quedarían comunicadas estas dos partes de la Tierra, que habían permanecido separadas durante milenios. Entrarían en contacto sociedades distintas y las influencias mutuas cambiarían sus formas de vida.
El encuentro fue terrible para los habitantes del Nuevo Mundo. Los europeos se apropiaron de las tierras y obligaron a los indígenas a trabajar en minas, les impusieron una religión y una forma de vida nuevas.

 La conquista de México
La historia de la conquista del actual territorio mexicano comenzó realmente en 1517, cuando el navegante Francisco Hernández de Córdoba exploró la costa de la península de Yucatán. Aunque los mayas pasaban por una etapa de decadencia, sus ciudades y su organización impresionaron vivamente al explorador. Gravemente herido en un combate con los indígenas, éste regresó a Cuba con las noticias de lo que había visto.
El gobernador de Cuba, Diego Velázquez, pensó que podía beneficiarse con el descubrimiento hecho en Yucatán. Organizó una nueva expedición, bajo el mando de Juan de Grijalva y éste no sólo confirmó la información de Hernández de Córdoba, sino que cuando exploraba el actual territorio de Veracruz se enteró de que existía un rico imperio que dominaba la región y que era temido y odiado por otros pueblos indígenas.
El gobernador Velázquez decidió enviar una flota más grande y bien armada. Reunió 11 naves y casi 700 hombres y dio el mando de la expedición a Hernán Cortés, quien había sido su socio en varios negocios: le ordenó explorar las costas y comerciar con sus habitantes. Cortés, sin embargo, tenía otras intenciones. Al desembarcar en tierras de Veracruz y entrar en contacto con sus habitantes, Cortés y sus hombres se dieron cuenta de que efectivamente la riqueza del imperio era grande y de que los pueblos sometidos resentían la dominación azteca. Cortés decidió avanzar hacia el interior. Conforme a la ley española, formó el ayuntamiento de la Villa Rica de la Vera Cruz e hizo que sus autoridades lo nombraran jefe de la expedición. De esa forma, sólo debería obediencia al Rey de España y no estaría sometido a la autoridad del gobernador Velázquez.
En su marcha hacia Tenochtitlan, Cortés siguió una táctica astuta: atemorizaba a los indígenas con su fuerza militar y su crueldad, y al mismo tiempo los invitaba a que fuesen sus aliados. Así fue como los tlaxcaltecas, enemigos irreconciliables de los mexicas, decidieron apoyar a Cortés, cuando al principio habían luchado en su contra.
Al llegar al Valle de México, los españoles fueron bien recibidos por el tlatoani Moctezuma, quien los alojó en el palacio de Axayácatl, cercano al recinto sagrado. Moctezuma era un guerrero experimentado, pero ahora estaba dominado por la indecisión y el temor. Hombre supersticioso, pensaba que tal vez los extraños visitantes eran dioses, como lo anunciaba una antigua profecía. Decidió obedecer a Cortés y entregarle valiosos tributos, con la esperanza de que los españoles regresaran por donde habían venido.
La presencia de los extranjeros ofendía al pueblo de Tenochtitlan, pero era tanto el respeto que sentían por la figura del tlatoani, que nadie se atrevía a contradecirlo. Esa calma terminó de manera violenta.
Cortés salió de Tenochtitlan obligado a marchar con parte de su ejército hacia la costa del Golfo, para combatir a las tropas que el gobernador de Cuba había enviado para arrestarlo. Cortés dejó una guarnición en Tenochtitlan al mando de Pedro de Alvarado, gente de toda su confianza.
Alvarado era un soldado impulsivo y cruel. Temía un ataque de los aztecas y aprovechó que en una gran ceremonia religiosa estaba reunida la nobleza azteca, sus jefes militares y sus sacerdotes. Estaban desarmados y danzaban cuando Alvarado lanzó contra ellos a sus tropas y a las de sus aliados. La matanza fue terrible. Cientos de mexicas murieron ese día. Eran los dirigentes que se habían educado en el calmécac, los veteranos de guerra, los intérpretes de códices.
La matanza provocó una enorme indignación. Los aztecas se lanzaron contra el palacio de Axayácatl, donde los españoles se atrincheraron, llevando con ellos a Moctezuma y a otros jefes aztecas. El palacio quedó cercado, casi sin agua, ni alimentos.

Evangelizacion: Cambio de religión

La religión en la época colonial fue un gran cambio para los indígenas, ya que no entendían el objetivo ideal de los españoles, el de evangelizar.



El descubrimiento de América fue para sus protagonistas el descubrimiento del paraíso.
Paraíso terrenal para los conquistadores que ante sus ojos desplegaba sus inmensas tierras y riquezas, paraíso espiritual para los religiosos que veían en ella una nueva oportunidad para la construcción de la primitiva iglesia cristiana, lejos de las encorsetadas jerarquías eclesiásticas y las definiciones dogmáticas, y lejos también de la vieja iglesia europea cuyos cimientos se removían en estos momentos.

La caída de mexico tenochtitlan

La última resistencia de los Aztecas
Los españoles tomaron control de todos los pueblos y ciudades en las orillas del lago, bloqueron las salidas de la ciudad y cortaron el acueducto que traía agua a la ciudad. Mandaron una flota de 12 bergantines con un cañón cada uno y miles de balsas indígenas que arrasaron la flota mexica. Cortés esperaba la rendición rápida de la ciudad, pero dentro de esta Cuauhtémoc ejecutó a todos los nobles que apoyaban el negociar con los españoles. Los mexicas se atrincheraron en la ciudad bloqueando el puerto y los puentes. Cuando vino el ataque español por tierra y agua los mexicas lucharon casa por casa defendiendo su ciudad. El combate se convirtió en una batalla urbana.
Cuando las fuerzas españolas entraron en la ciudad, prácticamente cada azotea era una fortaleza enemiga. Una vez más, los mexicas adoptaron nuevas tácticas, y en esta ocasión atacaron a los españoles desde sus propios edificios. Esto retuvo a los asaltantes durante un tiempo, pero no impidió su avance por la ciudad, los españoles empezaron a lanzar ataques con el fin de quemar las casas para luego retirarse dejando el camino limpio para cuando volvieran. A principios de agosto, la mayoría de la población se había retirado a Tlatelolco. Cortés envió emisarios indígenas de una ciudad azteca conquistada con el fin de convencer a los tlatelolcas para que se unieran a su lado y entregar a los refugiados, pero los tlatelolcas se mantuvieron leales a los mexicas.

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Los mexicas se enfrentaron a otro gran problema cuando la gente de Tetzcoco, todavía leales, cayeron en manos españolas. Durante cuatro días, los ejércitos de Alvarado, Olid y Sandoval asediaron el mercado de Tlatelolco. Finalmente, controlaron alrededor del 90% de la ciudad.
Durante todos sus enfrentamientos, los mexicas continuaron la práctica de ceremonias tradicionales, tras algunos contrataques los aztecas capturaron algunos enemigos que se convirtieron en los últimos sacrificios humanos que hicieron. Aun así, los mexicas no podían luchar mucho más, su situación era desesperada, ya no tenían agua ni alimentos, empezaron a morir de hambre y sed, llegaron a beber el agua salobre del lago y a romper los ladrillos de barro para comer las raíces que tenían. Tras consultar con los nobles supervivientes, Cuauhtémoc inició las negocaciones con los españoles.

La rendición

Los mexicas se rindieron el 13 de agosto de 1521. Supuestamente, Cortés demandó el oro perdido durante La Noche Triste poco después. Cuauhtémoc fue tomado como rehén y posteriormente ejecutado.
Los mexicas huyeron de la ciudad ya que las fuerzas indigenas aliados de los españoles continuaron los ataques incluso después de la rendición, masacrando a miles de habitantes y saqueando la ciudad. Dado que esta no era una práctica habitual en las guerras europeas, esto hace suponer que los aliados indígenas de Cortés como los tlaxcaltecas tenían más influencia sobre él de la que él mismo suponía, o fueron mas bien incontrolables "aprovechando la ocasión" para vengarse de los mexicas. Los supervivientes abandonaron la ciudad en los siguientes tres días. Casi toda la nobleza estaba muerta, y los supervivientes restantes eran en su mayoría niños muy jóvenes. Se estima que 240.000 mexicas murieron durante el asedio, que duró ochenta días, por su parte Cortés cifra las muertes en 67.000 por combate y 50.000 de hambre. En las fuerzas españolas, sobrevivieron 900 soldados, 80 caballos, 16 piezas de artillería y 13 bergantines.
Es comúnmente aceptado que los aliados indígenas de Cortés, que podrían haber sumado hasta 200.000, fueron los principales responsables del éxito, aunque su ayuda pasó virtualmente inadvertida y aparte de librarse de los mexicas, obtuvieron grandes beneficios. Dado que varios grupos grandes se contaban entre los aliados, ninguno en particular fue capaz de alzarse con el poder, algo de lo cual se benefició Cortés.

Reformas borbonicas


Las reformas borbónicas en la Nueva España fueron la serie de cambios políticos, económicos, eclesiásticos y militares aplicados por los Borbones en el territorio de Nueva España. Se dieron a comienzos del siglo XVIII, a partir del cambio de dinastía de Austrias por la de Borbón. Estas reformas buscaban remodelar tanto la situación interna de la Península como sus relaciones con las colonias. Ambos propósitos respondían a una nueva concepción del Estado, que consideraba como principal tarea reabsorber todos los atributos del poder que había delegado en grupos y corporaciones y asumir la dirección política, administrativa y económica del reino.



Comercio: Uno de los puntos más importantes del reformismo borbónico era acabar con el monopolio comercial ya que los comerciantes tenían una gran ganancia sin tener pérdidas y esto afectaba a la corona porque no tenía ganancias. La casa de moneda pasó a manos de la corona, de esa manera los comerciantes se opusieron a las reformas.



Militar: La corona mandó al mariscal Juan de Villalba, acompañado de tropas peninsulares, con la misión de institucionalizar un ejército, que asombrosamente hasta entonces no había existido, y se comenzaron a reclutar nuevos miembros por medio de la leva forzada. Al principio el ejército fue una institución desprestigiada que con el tiempo fue ganando adeptos gracias a que se fueron dando una serie de privilegios. Los fueros exentaban a los militares del pago de impuestos. En caso de que algún militar tuviera un problema jurídico podía llevar su caso de una corte civil a una corte militar donde lo ayudarían a resolver su problema.


Arte colonial

El arte colonial es aquel que se desarrolla en America durante el periodo de ocupaión española, es decir desde que cristobal colon descubre el continente hasta su independencia.


Seguramente la herencia artística más importante de la Colonia es la arquitectura. Miles de construcciones de aquella época existen en casi todo el territorio de México. Las hay de todos tipos: catedrales monumentales y templos modestos; palacios y edificios de gobierno; obras públicas, como acueductos y hospitales. En las ciudades y pueblos antiguos nos hemos acostumbrado a verlas como parte de nuestra vida diaria, pero hay que observarlas con cuidado para darnos cuenta de su belleza, la solidez de la construcción que ha permitido que resistan el paso del tiempo y el ingenio con el que sus constructores españoles e indígenas resolvieron complicados problemas de edificación.

Sociedad colonial

 LA SOCIEDAD

La jerarquía social

Los españoles



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Los criollos
(hijos de españoles pero nacidos en el Nuevo Mundo)
 

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Los mestizos
 (hijos de padres de distinta raza -- europea, indígena, negra o asiática; los de piel clara tenían más posibilidades de ascender en la sociedad)
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Los esclavos 
Los  indios
Los pobladores españoles
conquistador Eran muchachos de farra y de bronca, como Heredia, que después de dejar mil líos, unos cuantos muertos y perder las narices en carrera de espadachín, se metió de contrabando en el buque para venir a fundar Cartagena de Indias sobre las ardientes playas del Caribe.  La mayor parte apenas si tenían apellidos de familia:  se embarcaban con el nombre de cristianos que les habían rociado en el bautisterio, y luego, para figurar en los actos oficiales, cuando el escribano les decía: -- ¿El apellido de Vuesamerced? --El que Vuesamerced quiera, respondían.  Y les daban el de su pueblo, como a Sebastián, que salió de su tierra por haber matado de un  garrotazo al burro de su amo, y que se llamó luego, por llamarse de alguna manera, Sebastián de Belalcázar. (Este fundó Quito.)  Otros eran bastardos, que habiendo nacido y críadose entre cerdos, pensaban:  "Quizás en América encontremos un nombre que ponga claridad al de la oscura madre que nos trajo al mundo."  Así fué Pizarro.  (Éste conquistó Perú.)  Otros se habían visto cercados por la justicia, acosados por el amor, con sus familias de simples artesanos venidas a menos en turbios pleitos.  Dirían:  "En Indias quizás recojamos oro y alcancemos libertad."  Así Jiménez de Quesada.  (Éste conquistó Nueva Granada.)  ¿A qué seguir?  Digamos en pocas palabras que la carabela que salió de Cádiz a todo viento rumbo a la aventura, traía a todos los Pérez de España, a mozos que detrás de un gobernador afortunado y rico -- que se quemaría en las playas del Caribe mordido por el trópico venenoso -- surgirían como héroes sacados de la nada.  Y así, pues, surgieron ellos, los Don Nadie, figurones sobrenaturales,  héroes inconmensurables, conquistadores de un mundo nuevo. 

El mestizaje
La mezcla fue facilitada por la circunstancia de que la sociedad española también estaba compuesta de cepas muy diversas y por las características físicas de las razas enfrentadas.  Los rasgos de los aborígenes no resultaban chocantes, en general, a los ojos de los españoles; el color de su piel no se diferenciaba mucho del cutis aceitunado de los habitantes del sur de la península, y tampoco diferían en estatura, más bien baja en la mayor parte del nuevo continente.  Los españoles no encontraron en América seres humanos tan distintos y exóticos como los que verían en África, China o el archipiélago malayo. Más tarde, cuando los indios de   las regiones más hispanizadas fueron asimilándose a los modos de vida de los blancos y adoptaron su indumentaria o copiaron su aspecto personal, muchos pudieron pasar por españoles.  Más aun: algunas etnias como los mayas o los guaraní tenían facciones que podían llegar a ser muy hermosas, y así lo reconocieron los cronistas.  Fue natural, entonces, la aproximación de los españoles (casi siempre solteros, casi siempre jóvenes) con las mujeres aborígenes, y esto ocurrió desde el comienzo. 
... Fueron escasas las mujeres españolas que vinieron al nuevo continente durante el primer medio siglo a partir del descubrimiento.  Las uniones entre españoles e indias fueron, pues, algo inevitable, y bien pronto generaciones de mestizos empezaron a poblar América con su ambigua condición de hijos de conquistadores y conquistadas. 
Las castas mexicanas
castas
El sistema de clasificaciones raciales de la época colonial era muy complejo.  Sin embargo está bien documentado en México no sólo en textos de la época sino también por medio de un género de pintura, los cuadros o las pinturas de castas.  El cuadro arriba de Ignacio María Barreda (1777) es un ejemplo típico.  Identificarse con una casta ejercía mucho control sobre la vida de uno -- el oficio que podía ejercer un hombre, con quién se podía casar, dónde podía vivir. 
Los esclavos
 La existencia en España de una antigua legislación esclavista en las leyes de las "Siete Partidas" ofreció la base jurídica para que  la Corona se reservara la exclusividad en el tráfico de negros y justificara luego la concesión a particulares, bajo ciertas condiciones, de la explotación de ese verdadero "estanco real". Equiparados a la sal, los naipes o el tabaco, los negros fueron un  negocio del rey, y únicamente recordándolo bajo este aspecto se comprenderá el funcionamiento de los "asientos" y se explicará la  existencia de ciertas leyes, licencias y prohibiciones.    ... El "asiento" octavo nos permite apreciar una distribución geográfica de "la trata" y valorar su importancia. Sobre 4.000 negros anuales, se encaminaban 2.000 a la feria de Portobelo y se permitía introducir directamente a Panamá y el Perú los sobrantes que restaran de la venta realizada allí; la otra mitad se repartía: Cartagena 700, para Veracruz y Honduras, Campeche y  La Habana otros 7000 y los 600 restantes se desparramaban en Puerto Rico [y otras islas del Caribe]. 
Algo más de tres millones de esclavos en un período de284 años [desde 1503 hasta 1787], sobre un total general para toda América que seguramente sobrepasa los veinte millones, demuestra que menos del 16% de los africanos "rescatados por la trata" tuvieron entrada en las colonias españolas, mientra el 84% restante debió dividirse en un 34% para Brasil y un 50% para las colonias sajonas, holandesas y francesas. Teniendo en cuenta esta apreciable diferencia de porcentajes y, además, que en la América española el negro tuvo una dispersión geográfica notariamente mayor que en el resto del continente, podemos concluir con certeza que la asimilación o integración del negro en las colonias de España no obedeció solamente a la lenidad partriarcal de las Leyes de Indias y a la existencia anterior de la legislación de las "Siete Partidas", sino también y muy especialmente a otros factores de índole comercial y geográfica y a la política que se practicó.



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